Ahora que ya vemos más cerca la llegada del verano nos empezamos a preocupar por los productos con protección solar. ¿cuales son los adecuados?, ¿cual es menos agresivo?….estas son algunas de nuestras dudas y que a lo largo de varios blogs intentaremos resolver.
En esta primera entrada os intentare definir globalmente lo que son los filtro solares y los diferentes tipos que existen y más adelante os iré explicando la características de cada uno de ellos y deciros cual son los mejores (bajo mi opinión) y para ello os iré dando enlaces de estudios científicos que apoyen estas opiniones.
¿Que son los filtros solares? son sustancias de diferentes procedencias incluidas en cremas, sprays, geles, aceites…,que nos ayudan a prevenir las quemaduras de sol y reducen los efectos perjudiciales del sol como el envejecimiento prematuro de la piel y el cáncer de piel.
¿Que tipos de filtros existen? Existen tres tipos de filtros solares:
- Químicos- son moléculas orgánicas que absorben los rayos UVA y UVB protegiendo las capas más profundas de la piel lo que es una desventaja porque crea más fácilmente intolerancias y alergias a la piel. Su composición sintética (ya que están sintetizados en un laboratorio) es poco densa lo que lo hace perfecto para pieles grasas.
Ejemplos: Octylcrylene, Octinoxate, Avobenzone, Oxybenzone
- Físicos o minerales- Contienen micropartículas que actúan como pequeños espejos que reflejan la radiación solar impidiendo que la piel la absorba. Retienen las radiaciones solares del ultravioleta, visible e infrarrojo. Son más densos que los filtros químicos, por lo que dejan un halo blanquecino aunque ya existen en el mercado nuevos componentes que no dejan este efecto sobre la piel y mantienen su eficacia. Se utilizan para evitar tanto el eritema como el bronceado.
Estos filtros no se absorben por lo que se recomiendan para pieles delicadas o sensibles, aunque pueden usarse en todo tipo de piel.
Ejemplos: Oxido de Zinc, Dióxido de Titanio.
- Biológicos-Son antioxidantes que evitan la formación de radicales libres y, por lo tanto, potencian el subsistema inmunológico cutáneo. Las vitaminas A , C y E son las más utilizadas.
En nuestra próxima entrada hablaremos de los filtros físicos más en profundidad.